Tal vez aún no se haya parado a pensar en cómo afecta a su día a día su relación con el sueño. Sin embargo, comprender la relación del sueño con tu cuerpo es indispensable para optimizar tu descanso y lograr el mejor rendimiento que tu organismo puede ofrecerte.
Las noches mal dormidas provocan diversos problemas y cambios en la salud física y mental, afectando al rendimiento en varias tareas comunes. Cuanto menor sea el tiempo o la calidad del sueño, mayor será la lista de áreas afectadas.
Como necesidad fisiológica, una mala noche de sueño afecta a tu día siguiente porque es el momento en el que el sistema neurológico se limpia de radicales libres e inicia el proceso anabólico de los tejidos. Cuando no mantenemos un sueño adecuado, nuestro sistema puede colapsarse, porque no producirá la cantidad óptima de hormonas.
A pesar de su clara importancia, muchas personas no prestan suficiente atención a este descanso, perjudicando así las funciones con las que está relacionado.
¿Qué hábitos perjudican el sueño?
Poca gente lo sabe, pero varios hábitos considerados comunes pueden afectar directamente al sueño. Evitarlos es esencial para una mejor calidad del sueño; al fin y al cabo, no basta con dormir mucho, sino que es fundamental dormir bien.
- Hacer ejercicio por la noche: Los ejercicios de mayor intensidad, como cardio y musculación, deben realizarse horas antes de acostarse. Esto se debe a que activan el organismo y envían un mensaje de alerta, lo contrario de la reacción deseada, que es la relajación.
- Comer mucho en la cena: Pensando en la calidad del sueño, la dieta nocturna debe ser de alimentos ligeros, ya que la activación del aparato digestivo puede provocar casos de reflujo, muy incómodos durante la noche.
- Beber café por la noche: Aunque estés acostumbrado a tomar café durante el día, tomarlo cerca de la hora de dormir puede ser perjudicial. Esto ocurre por la relación de la cafeína con la fase REM profunda, la etapa nocturna en la que descansamos profundamente.
- Fumar y/o beber bebidas alcohólicas: Un estudio realizado en la Phyllis and Harvey Sandler School of Social Work de la Florida Atlantic University destaca que el consumo de nicotina y alcohol en las 4 horas previas al sueño aumenta la fragmentación del sueño. Esto provoca que el individuo se despierte con frecuencia. Estos resultados apoyan la atención al consumo de cafeína y nicotina por la noche.
- No tener un horario regular para acostarse: Una rutina de sueño es primordial para mejorar la calidad del descanso. Puede parecer difícil al principio, pero enviará una señal al cuerpo sobre el momento de desconectar del mundo y centrarse en recuperar energía.
- Temperatura ambiente: El cuerpo empieza a bajar su temperatura dos horas antes de irse a dormir, lo que coincide con la liberación de melatonina, la hormona del sueño. Un ambiente muy cálido no sólo provoca deshidratación a través de los sudores nocturnos, sino que también interfiere en la termorregulación del cuerpo, haciendo más difícil conciliar el sueño y permanecer dormido. La temperatura óptima para una noche de sueño saludable oscila entre 18 y 22 grados centígrados, con ligeras variaciones de una persona a otra.
- Sonidos fuertes: Es habitual que los sonidos fuertes molesten a la gente, sin embargo, ¿sabías que los ruidos superiores a 60 decibelios pueden despertarte? Esto equivale al ruido común del tráfico o a una conversación con un tono medio. A partir de este momento, elige con cuidado las ventanas de tu habitación, dando preferencia a los materiales insonorizantes. Evite también el contacto con la música o el volumen alto de los aparatos electrónicos hasta 1 hora antes de acostarse, prefiera tareas más monótonas como la lectura para estimular la relajación.
- Contacto con pantallas azules hasta tarde: La luz emitida por los dispositivos se denomina "luz azul". Esta emisión estimula el trabajo del cerebro y lo mantiene activo, impidiendo el sueño y alterando el ciclo biológico. Es importante evitar el contacto con estas pantallas al menos una hora antes de acostarse.
Cómo afecta a tu día tu relación con el sueño
Efectos negativos de dormir mal:
Cuando se siguen estos hábitos, puede haber grandes cambios en la calidad del sueño. Pero cuando se ignoran, nuestro descanso puede resentirse y afectar a todo nuestro día siguiente, perjudicando las tareas laborales, las relaciones interpersonales y mucho más.
Estas consecuencias pueden alcanzar incluso niveles físicos de salud, como:
- Caída del sistema inmunitario;
- Pérdida de memoria a corto plazo;
- Obesidad;
- Dificultades de concentración;
- Envejecimiento prematuro;
- Ansiedad;
- Depresión;
- Déficit cognitivo;
- Pérdida de masa muscular;
- Falta de apetito.
¿Cómo pueden ayudar los suplementos naturales a su higiene del sueño?
Con innumerables consecuencias, ¡vemos la importancia de invertir en el sueño! Tiene varias conexiones con el cuerpo y revitaliza nuestros mecanismos en varios aspectos, tales como:
- Reducción del estrés;
- Controla el apetito;
- Mejora el estado de ánimo;
- Mejora la memoria y el razonamiento;
- Rejuvenece la piel;
- Refuerza el sistema inmunitario;
- Regeneración de tejidos.
Para conseguir estos beneficios, es necesaria una higiene del sueño. Por si no sabes lo que es, se trata de varios hábitos que juntos organizan y optimizan la rutina de descanso nocturno.
Entre ellos, tenemos: evitar el consumo de alimentos estimulantes cerca de la hora de acostarse; establecer una rutina de sueño; mantener hábitos saludables con una dieta equilibrada y ejercicios matutinos, entre otros.
Si te asusta esta lista y crees que no podrás encajar todos estos consejos en tu rutina, ¡no te preocupes! Puedes empezar con la suplementación natural, ya que te ayudará con los trastornos del sueño de forma directa.
Optar por opciones naturales es una gran solución para sus trastornos del sueño.